lunes, 28 de julio de 2014

La cruda verdad.

Vivimos intoxicados en un mundo lleno de indiferencia y descontrol en el cual le damos merito al pecado principal, nos recriminamos por no poder ser suficientes cuando no tratamos de serlo, nos ultrajamos ante la idea de poder encajar, de significar algo para alguien. Vivimos enpeñados en ser algo que no somos, fingir, fingir, fingir... ¿Cuanto mas he de fingir? Poco a poco me voy intoxicando con mi propia sangre, el odio, el desprecio corre por mis venas cual estampida. Huyo de mi misma, no quiero confrontarme con las voces en mi cabeza. Talvez nunca pueda escapar de ellas. Añoro tanto volver a sentirme viva.. A que me hagas sentir viva. Llenabas mi vida de luz como cuando la primavera llega. Cuando podremos ser realmente feliz? La felicidad esta sobrevalorada, todo realmente lo esta; desde el momento en que todos podemos conseguir algo tan simple pero tan indispensable se vuelve tan común, como la vida.. Talvez por eso la muerte me suena tan bella. De cualquier manera siento que la inspiración se me va poco a poco y que cada vez no encuentro la forma de escribir, me encuentro perdida entre tantos sentimientos que necesito plasmar haciendo que este se vuelva un sancocho de palabras incoherentes. Talvez debería hacer otra cosa como volver a cortarme o simplemente esperar el momento de explotar en mil pedazos y terminar por hacerle daño a quienes están a mi alrededor, ¿como podría perdonarme eso? En mi interior se ha posicionado una bomba que pronto detonara dando a conocer mi interior lleno de podredumbre... Como pude llegar a pensar o sentir que Esa persona podría llegar a interesarse en un cadáver sin vida que es mas falso que el cuerpo de Nicky Minaj (no trato de ser graciosa) pero es la cruda verdad.

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