lunes, 11 de agosto de 2014

Paseo hospitalario.

Paseo por los lúgubres pasillos del hospital, lugar en el cual acabo de vez en cuando.
Lugar donde toda esperanza muere, y donde las personas buscan un lugar para redimir sus últimos errores pero la hipocresía no los deja plenamente...
Donde el sufrimiento cesa y acaba poco a poco o todo de una sola vez, malditos doctores que le buscan una solución a todo impediendo lo inevitable. Camino sin rumbo, vagando desiertamente por los corredores donde las paredes susurran cosas, me susurran secretos e historias que escucho atentamente, pero a la vez el silencio es tal que me aturde. Es tanto que me deja sola con mis pensamientos los cuales gritan y se escuchan entre las paredes...
Soy invisible o al menores asi lo siento al pasar entre la multitud de personas desesperadas que esperan alguna noticia de alguien que a sobrevivido a medias, mientras que yo, yo ya estoy mas muerta que no podrían encontrar algún signo que demuestre que aun corre de la sangre sucia por mis venas.
Tantos muertos deseando estar vivos y tantos vivos queriendo estar muertos. ¡Que cínica me siento! Creo que pertenezco a ese grupo irónico...

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